Cómo casarse con un prisionero
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Todos los hombres y mujeres de los Estados Unidos, incluso los encarcelados por los crímenes más atroces, tienen el derecho fundamental de casarse, dictaminó la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso Turner v . Safley en 1987. Sin embargo, no esperes que los vestidos de novia, las limusinas, los pasteles de tres niveles o incluso una visita conyugal sean parte del procedimiento si estás decidido a casarte con alguien que está en la cárcel. Empezando por el paquete de matrimonio de los reclusos, tanto el papeleo como los trámites son extensos y a menudo con obstáculos difíciles de superar. Pero los matrimonios en prisión ocurren si la persistencia y el amor trabajan juntos para llegar al "sí quiero" final.
Emociones detrás de un matrimonio en prisión
Los prisioneros tienen mucho tiempo para pensar. Y, dependiendo de la estructura emocional del recluso, darse cuenta de los errores del pasado y prometer librarse de los demonios que llevaron al encarcelamiento lo ponen en un estado emocional que depende del apoyo psicológico del mundo exterior. Esta persona puede beneficiarse de un matrimonio en prisión y una vida estructurada que esperar después de la liberación. El asesoramiento religioso y psicológico contribuye a su salud mental después de la liberación.
Un sociópata con múltiples delitos, un historial de abuso y una considerable cantidad de tiempo en la cárcel en su vida no es el mejor candidato para un matrimonio en prisión. Si el recluso con el que planea casarse cae en esta categoría, puede considerar su propia salud mental y buscar asesoramiento antes de comprometerse.
Razones para casarse con un prisionero
Tal vez la persona con la que está comprometida y con la que planea casarse comete un crimen, es juzgada y enviada a prisión. Ya tienen una conexión emocional y comparten una vida juntos que incluye niños. Sus derechos de visita y los de sus hijos mejoran si se casan. Los derechos de pensión, seguridad social y herencia de su cónyuge están bajo su control, así como los permisos de hospitalización y atención médica del preso, junto con sus derechos de visita al hospital.
Conocer a un recluso a través de una campaña de cartas que ofrece apoyo emocional a los presos es otra forma de conocer y enamorarse. Sin embargo, estos romances "a distancia" a menudo florecen en el corazón sin tener sentido en la cabeza. Si te encuentras con un apego emocional a un prisionero que nunca has conocido, deja tus sentimientos a un lado y comienza tu investigación. Todos los estados tienen registros de comportamiento criminal para cada arresto, ya sea que haya llevado al encarcelamiento o no.
Se recomienda el asesoramiento prematrimonial para ambas partes ya que una alta incidencia de los matrimonios en prisión terminan en divorcio, ya sea durante el período de encarcelamiento o después de que el prisionero es liberado. Su estatus de "rescatador" se ve disminuido, y otros desencadenantes emocionales ponen en peligro su felicidad. Es entonces cuando la realidad golpea, y la convivencia real pone fin a la fantasía.
Sobrevivir al paquete de matrimonio de reclusos
Las bodas en la prisión están muy reguladas y dependen de los permisos otorgados por los funcionarios de la prisión. La mayoría tienen amplias restricciones, dependiendo de la prisión y del estado en el que se encuentre. Su primera tarea es averiguar de los funcionarios de la prisión si el matrimonio con un recluso es permisible dentro de la prisión y el estado. Algunos estados niegan la solicitud si el prisionero está en el corredor de la muerte.
Si su matrimonio está permitido, solicite el paquete de matrimonio a los funcionarios de la prisión. Se trata de una serie de formularios que requieren una amplia información sobre los antecedentes de ambas partes, corroborada con pruebas documentadas. Licencias de conducir, pasaportes, certificados de nacimiento y cualquier documentación emitida por el gobierno son todas pruebas válidas. La falsificación de cualquier información por cualquiera de las partes es causa de negación.
Se les pedirá que firmen los formularios y los presenten con la tarifa requerida, que puede llegar a varios cientos de dólares y debe ser pagada con fondos externos, no con nada acumulado por el prisionero mientras esté encarcelado. Esperen que los funcionarios de la prisión les respondan, pero esto puede llevar semanas o meses.
Fijar la fecha de la boda
Una vez que hayas recibido el permiso de la prisión, puedes fijar la fecha de la boda. El certificado de matrimonio tiene que ser firmado por ambas partes y notariado, lo cual ocurre dentro de la prisión. La prisión puede asignar un oficiante o darte permiso para traer uno de fuera. Sólo sepa que no se permiten togas o vestimentas formales.
Los testigos también necesitan ser aprobados. Pueden ser sacados de la lista de visitas del prisionero, suministrada por la prisión o, si la prisión es indulgente, pueden ser traídos. Se deben cumplir estrictos códigos de vestimenta , y todos tienen que pasar por la seguridad de la prisión. No planee un brindis con champán después de la ceremonia ya que el alcohol está estrictamente prohibido .
Después del "Sí quiero"
No esperes consumar tu matrimonio después de decir tus votos. Las visitas conyugales no están permitidas en las prisiones federales, y la mayoría de las prisiones estatales y locales también niegan las visitas conyugales. El historial de buen comportamiento del prisionero o la gravedad del crimen determina si la prisión concederá una visita conyugal en los pocos estados que lo permiten. La Corte Suprema de los Estados Unidos expresó su opinión y determinó que la Constitución no considera las visitas conyugales como un derecho del prisionero.
Dependiendo de las instalaciones, se le puede dar tiempo para estar a solas unos minutos después de la ceremonia de la boda. Puede ser supervisado desde lejos o separado por un cristal.
Matrimonios del mismo sexo
Los matrimonios del mismo sexo están permitidos en las prisiones federales. Los solicitantes deben seguir los mismos procedimientos que los de los heterosexuales que quieren casarse en prisión. Las instalaciones penitenciarias estatales y locales tienen derecho a conceder o denegar el matrimonio de acuerdo con la ley estatal. Si el estado no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, la prisión estatal tampoco lo permitirá.
Matrimonio en prisión después de la liberación
Aunque las estadísticas apuntan a una alta incidencia de divorcios, las personas que se casaron antes de una sentencia de prisión tienen más posibilidades de permanecer juntas después de la liberación que las que se casan mientras están en prisión. Cuando el prisionero regresa a su hogar, se pone de manifiesto un gran bagaje emocional y de estilo de vida.
La persona que vivía en el exterior ha creado una vida que funciona para él y su familia, y esa estructura está ahora amenazada por otra voz. El prisionero que regresa descubre que no es un miembro valioso de la familia o del círculo social de la familia, y encontrar su lugar en la comunidad familiar y social es difícil. Como en un romance a distancia, una vez que las partes están juntas, las grandes y pequeñas diferencias salen a la superficie y deben ser tratadas.
La falta de autoestima es un gran revés cuando un prisionero regresa a casa. Conseguir un trabajo y contribuir a las finanzas del hogar son tareas difíciles. Si hay niños involucrados, ganar su confianza es una tarea continua. Incluso las partes que estaban casadas y se conocían antes del encarcelamiento se enfrentan a estas dificultades. Es mucho más difícil cuando un extraño entra en tu vida cotidiana.
Un matrimonio exitoso en prisión
Una fe fuerte y mutua ayuda a ambas partes a mantener la fuerza física y emocional después de casarse en prisión. El asesoramiento continuo es un componente necesario, así como la capacidad de hablar de sus sentimientos con el otro fuera del asesoramiento. Como todos los matrimonios, el jardín debe ser cuidado constantemente para que dé frutos.
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