La lectura de un testamento

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La lectura de un testamento es una cuestión de etiqueta más que de ley. A partir de 2010, ningún estado exige legalmente que se lea un testamento a los familiares o beneficiarios. En la mayoría de los casos, un miembro de la familia encuentra el testamento después de la muerte del difunto y sabe inmediatamente al abrirlo lo que contiene y quiénes son sus beneficiarios. Las leyes de la mayoría de los estados se establecen para impedir que un beneficiario o heredero "oculte" un testamento o lo mantenga en secreto a otros miembros de la familia.

El efecto de la sucesión

No hay confidencialidad o privacidad en un testamento, una de las razones por las que algunos planificadores de patrimonio favorecen los fideicomisos revocables en vida. Los fideicomisos no tienen que ser probados. Con muy pocas excepciones, los testamentos sí... y una vez que son aceptados por el tribunal para su legalización, son de conocimiento público. Cualquier parte interesada puede ir a la corte y solicitar o ver una copia. Además, las leyes de sucesión en la mayoría de los estados requieren que cuando un testamento entra en el proceso de sucesión, se debe enviar una notificación a todos sus beneficiarios y herederos, aquellos que están estrechamente relacionados con el testador y que habrían heredado por derechos de sucesión si hubiera muerto sin un testamento. No es necesaria la lectura del testamento para que cualquier interesado pueda conocer su contenido.

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Leyes conexas

Incluso cuando un testamento no se presenta para su legalización, algunos estados tienen leyes que exigen que se depositen en el tribunal para su custodia hasta que se abra la legalización. En Florida, por ejemplo, un testamento debe ser entregado a la corte dentro de los 10 días de la muerte del testador. Incluso si el testamento no se abre después, cualquiera puede pagar una cuota y obtener una copia.

Etiqueta sugerida

Aunque la lectura de un testamento no es un requisito legal, puede evitar potencialmente que los beneficiarios se sientan rencorosos más adelante, y puede establecer el tono emocional del proceso de sucesión. Aunque un albacea no tiene capacidad o autoridad legal hasta que un testamento haya entrado en el proceso de sucesión, puede reunir a los miembros de la familia y a los beneficiarios para escuchar el contenido del mismo y mostrar el respeto que supone entregarles copias. Luego puede tomar posesión del testamento original para presentarlo para su legalización.

Consideraciones prácticas

Una reunión de familiares para revisar el testamento del testador también tiene consideraciones prácticas. Algunos familiares pueden tener conocimiento de los asuntos financieros del fallecido que otros no tienen. Uno de los trabajos de un albacea es identificar, reunir y salvaguardar todos los bienes del testador. Según la relación del albacea con el fallecido, puede o no saber el alcance de esos bienes o dónde se puede localizar la documentación correspondiente. Los familiares pueden ayudar con esta información.