¿Qué privilegios tienen los reclusos en la cárcel?

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Los privilegios de los prisioneros varían según el estado, pero la mayoría permite una cantidad decente a los reclusos permanentes. También tienen algunos derechos legales, pero en algunos casos, los jueces pueden rechazarlos. Algunos de los derechos que no pueden ser revocados son el derecho a las visitas, la alimentación, la atención médica y la posibilidad de practicar su religión.

Entretenimiento

Permitir a los prisioneros ver la televisión y tener un televisor en sus celdas es un privilegio disponible en algunas prisiones. Normalmente hay dos o más televisores en un espacio vital común. Les ayuda con el aburrimiento y el estrés, así como a calmar a algunos que están inquietos.

Educación y Trabajo

Muchas prisiones tienen bibliotecas para los reclusos que están llenas de referencias legales, novelas y otros tipos de libros. Generalmente son donados por personas u organizaciones. El material disponible ayuda a los reclusos a aprender la ley y a educarse en caso de que no tengan representación; aunque a los reclusos indigentes se les proporcionan defensores públicos cuando son procesados por un delito, no se les garantiza la representación para las apelaciones. Por lo tanto, a menudo deben representarse a sí mismos.

Los reclusos también tienen la oportunidad de trabajar en la cárcel por un pequeño salario, pero no pueden elegir lo que hacen o rechazar una asignación. Si lo hacen, hay una posibilidad de ser castigados. Tener una cuenta bancaria en la prisión está permitido con límites de transacción, y pueden comprar artículos en la tienda de la prisión.

Salud y ejercicio

Mantenerse limpio y mantener un estilo de vida saludable está regulado por la prisión. Hay estándares mínimos de higiene personal que deben ser mantenidos. También hay una cantidad fija de tiempo de recreo para hacer ejercicio. También se permite la participación en deportes de grupo, pasatiempos y grupos de interés.

Propiedad personal

Los prisioneros tienen derecho a poseer artículos personales como papelería, cigarrillos, cosméticos y relojes. Esto ha planteado a menudo problemas con los reclusos que tienen riquezas entre otros y puede fomentar el juego, el robo y la compra de artículos de los guardias. Artículos como radios, televisores o máquinas de escribir han sido a veces rechazados. Se permiten materiales religiosos para que los reclusos puedan practicar, lo que puede incluir programas en la televisión y la radio.